martes, 1 de agosto de 2017

Inquisición editorial: Yo nunca me conformuaré


Hay cosas que pensábamos que se habían quedado atrás con los años, que ahora las cosas iban mejor, pero vuelven a dar por culo. Esto está ocurriendo a todos los niveles, desde lo más importante de la vida, hasta lo más nimio, pero eso no quiere decir que tengamos que tragar por todo.

Una de estas cosas es el Efecto Moiré (muaré), que la Wikipedia explica muy bien, que no estoy para ponerme técnico. Es un efecto óptico, bastante fastidioso, que se debe al sobrecruzamiento de las tramas que, por ejemplo, tanto se utilizan en el manga. ¿Por qué no aparecen en los tomos japoneses pero sí en los de fuera? Normalmente por el cambio de formato y/o tamaño de los materiales originales, y la posterior no revisión en las muestras de imprenta.

Los niños del mar y Rainbow (ambos de ECC)

Hace años, mangas como Hayate de Glénat, entre otros, tenían este efecto de tanto en cuanto, pero se terminó arreglando el tema "para siempre". Luego llegó ECC y pagó la novatada con dos mangas que tienen tramas por doquier como son Rainbow y Los niños del mar. Con la primera lo corrigieron a partir del cuarto tomo, y bueno, se leen los tres primeros con dolor y luego a seguir. Pero con Los niños del mar es más sangrante porque la serie son todo grises, y de los cinco tomos que componen la serie, solo el último no tiene este problema (sólo tengo el primer tomo y es un problema, porque adoro la serie).

El problema se habría quedado como algo aislado si no fuera porque las editoriales "grandes" que ya llevan mucho tiempo lidiando con estas cosas, se las están comiendo ahora. Planeta Cómic y Norma Editorial están en su pedestal por méritos propios, pero eso no significa que te puedas descuidar y termines colándosela a tus lectores como si nada. Por poner dos ejemplos, los últimos tomos de Toriko (Planeta) y Pokémon Esmeralda (Norma).

Imágenes cedidas por mi amigo Jeparla

Mención aparte merece Panini Cómics con su edición Maximum de Berserk. Una edición cuidada a priori, se convierte en una chapuza cuando sale a relucir un problema, que la edición de Glénat de hace seis años no tenía. Y lo peor de todo es que hay gente que los defiende.

Porque si hay un problema más gordo que alguien haga algo mal, es que no haya nadie que se queje para que lo haga bien. El conformismo es algo que marca a muchos, pero parece que ahora ha subido como la espuma. Recuerdo que hace años Glénat nos intentó colar un cambio de papel sin bajada de precio por problemas con su imprenta de siempre. Nos echamos todos encima y tras un par de tomos, de nuevo al blanco nu-ce-lar.

Ahora no, ahora si te quejas con razón eres un llorón. O son excusas malas para no comprar manga (¿En serio? ¿Yo? ¿Excusas? Que compro más manga del que puedo xD). Pues nada, vamos a seguir dejando que hagan las cosas mal, total, si ellos se van a llevar el dinero igualmente. Y así, dentro de nada, todos los personajes de nuestros mangas favoritos vivirán en mundos llenos de burbujas y tendrán cara de rejilla.

3 comentarios:

  1. Por curiosidad, ¿este problema te lo has encontrado en alguno de los mangas de edición americana que tienes? Yo no tengo demasiados, pero creo no haberlo visto.
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Nop, en ni uno. Tienen una manera diferente de tratar las tramas y de imprimir. Lo único que a veces se ve la impresión por puntos, pero es algo puntual.

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  2. Es vergonzoso tanto que las editoriales ofrezcan productos defectuosos como que la gente pague alegremente por ellos y encima defiendan a las editoriales.

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