Light Turner es un estudiante de instituto brillante a la par que antisocial. Un día le cae del cielo un cuaderno titulado Death Note con una serie de extrañas reglas (te las lees en el manga) y que supuestamente pertenece a una esperpéntica criatura llamada Willem Dafoe. Con él, empezará a matar a todos los malhechores que se salen con la suya y no sufren castigo por sus delitos.
La película es una extraña mezcla entre la típica que echan en la sobremesa del domingo de Antena 3 y una de serie B que ves con los amigos por echarte unas risas. Todo el rollo de Kira, como dios vengador, no lo asume solo Light, sino también Mia, una animadora que va de siniestra y que en cuanto ve que Light puede matar a quien sea, termina enrollándose con él. Es un rollo extraño como si fueran los Bonny y Clide del s.XXI.
Luego está L. Que sea negro me la suda completamente, ya que su trasfondo es el más parecido al del manga. Quizás se pasa de temperamental cuando sus planes no salen bien, pero bueno, no está de más tener un personaje tan idealizado convertido en una persona real.
Después de soltar todo este rollo parece que la peli me haya gustado. Bueno, no me ha disgustado, pero tampoco me ha gustado. Eso sí, tampoco voy a decir eso de "Ahhh, dos horas de mi vida tiradas a la basura". La peli empieza bien, con rollos raros y escenas gores bastante curiosas, y un ritmo nada desdeñable, el problema es que se van desinflando, sobre todo por el personaje de Mia, que lastra la película. Al final todo termina con un "Just according to keikaku", aunque habría molado que pusieran la referencia.
En conclusión, y como ya había comentado, una peli para ver con el cerebro fuera de la habitación. ¿Que te entretiene? Eso que has ganado. ¿Que te parece un mojón? Ya tienes tema para despotricar durante horas en Twitter. Es un win-win.
