Shouya Ishida es el típico niño macarra de colegio que se aburre como una ostra y que para aliviar ese tedio, hace cualquier cosa que esté "prohibida". Tiene un par de amigos que le siguen el rollo y es bastante popular en su clase.
Pero su forma de vida cambia drásticamente cuando llega una estudiante transferida, Shouko Nishimiya, que es sorda.
Por dibujo y por temática, se nota que este manga es 100% Bessatsu Shonen Magazine. Esta revista parece atraer las rarezas de Kodansha, que no se pueden catalogar entre una demografía shonen y seinen, y es por eso que el autoconclusivo tuvo tanta repercusión. Lo raro es que con este tipo de historia, Koe no Katachi haya terminado serializándose en la revista principal, la Shonen Mag.
No sé si tildarlo de realista o no, pero sí es cierto que los niños son muy crueles. El prota se aburre y se centra en meterse continuamente con la chica sorda nueva, que responde siempre con una sonrisa.
El chaval es un abusón, cierto, pero es que sus compañeros de clase le ríen las gracias, y hasta cierto punto, se portan igual de mal con Nishimiya. Porque al principio todos se portan muy bien con la nueva, jiji jaja, pero cuando se pasa la novedad, y ven que está retrasando la clase, todos se vuelven en contra de ella.
¿Y quién termina pagando el pato de todos? El malote. Que pasa de ser el abusón a ser la diana de todos los abusos.
Y aquí es donde termina el prólogo de este manga, que se centra más en la relación posterior que Shouya y Shouko tienen en el instituto, una extraña amistad donde el chico busca su redención, aunque la chica nunca le haya reprochado nada.
Todo ello con un dibujo muy peculiar... pero vamos, le pega bastante. Si tenéis oportunidad, echarle un ojo al primer tomo, merece mucho la pena.
Pero su forma de vida cambia drásticamente cuando llega una estudiante transferida, Shouko Nishimiya, que es sorda.
No sé si tildarlo de realista o no, pero sí es cierto que los niños son muy crueles. El prota se aburre y se centra en meterse continuamente con la chica sorda nueva, que responde siempre con una sonrisa.
El chaval es un abusón, cierto, pero es que sus compañeros de clase le ríen las gracias, y hasta cierto punto, se portan igual de mal con Nishimiya. Porque al principio todos se portan muy bien con la nueva, jiji jaja, pero cuando se pasa la novedad, y ven que está retrasando la clase, todos se vuelven en contra de ella.
¿Y quién termina pagando el pato de todos? El malote. Que pasa de ser el abusón a ser la diana de todos los abusos.
Y aquí es donde termina el prólogo de este manga, que se centra más en la relación posterior que Shouya y Shouko tienen en el instituto, una extraña amistad donde el chico busca su redención, aunque la chica nunca le haya reprochado nada.
Todo ello con un dibujo muy peculiar... pero vamos, le pega bastante. Si tenéis oportunidad, echarle un ojo al primer tomo, merece mucho la pena.
Es una de esas pequeñas maravillas que pasan desapercibidas por su idiosincrasia. Yo también se la recomiendo a todo el mundo.
ResponderEliminarLe echaré un vistazo :)
ResponderEliminarTiene pinta de ser de esos mangas con los que lloras a moco tendido xD
Sin duda es una muy buena historia, muy dura pero a la vez tierna por la chica. El dibujo es bastante bueno.
ResponderEliminarTambien suelo recomendarla a todos
Saludos
No me extrañaria que le hicieran un anime la historia y la narrativa es muy buena
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