Hacía más de tres años que no sacaba la vara, pero hoy va a recibir todo el mundo. Guardo un profundo respeto por las editoriales de manga en España (menos por Yowu, que ni la voy a mencionar), pero ya iba siendo hora de hacer una crítica del panorama actual.
En primer lugar mencionar que ya no compro tantísimo manga como hace unos años, pero pillo todo lo que puedo (que mi presupuesto es limitado). También decir que en este último año he repartido amor entre videojuegos y mangas editados en inglés. Eso no quita que últimamente, tanto mis amigos como yo tengamos la sensación de que hay demasiadas cosas cada mes, que salen con una frecuencia difícil de seguir y, por desgracia, con un precio más alto.
Ivrea, Norma y Planeta siempre han tenido un ritmo alto de novedades, pero en 2016 se crecieron, y ahora están por las nubes. Sólo hay que ver las novedades que trae Planeta al Salón (el resto aún no han confirmado), alrededor de 40 tomos, varios de ellos ediciones coleccionistas de precio alto (casi siempre acordes a sus extras) y ritmos acelerados (porque hay que tener la serie completa a la de ya, y seguir con la siguiente).
La llegada de ECC a la industria del manga en España supuso la resurrección de varios autores de nicho que habían sido olvidados. Al comienzo fueron poco a poco, pero ahora mismo han subido el ritmo de sus publicaciones, como si tuvieran la necesidad de tener el mismo catálogo que las tres grandes en poco tiempo. Si a esto le unes que sus tiradas no son muy amplias, y que para generar beneficios, hinchan los precios (¿De qué sirve que hagas una lista de precios y páginas si luego en el manga pones el precio como te sale de las narices?), es obvio que el resto no se van a quedar parados.
El estándar de 8€ que tanto tiempo nos ha acompañado ya se ha roto. Ya empezamos a ver cómo Norma y Milky Way ponían varias de sus novedades a 8,50€, pero no era nada raro ya que dichos formatos llegaron a costar 8,95€ en la era Glénat. Sin embargo, Ivrea nos había malacostumbrado a que todo costara ese precio, y el golpe se ha notado. Ahora mismo, hasta el grupo argentino ha subido 50 céntimos varias de sus novedades (que deberían invertir en traductores y correctores).
Panini tampoco se queda atrás, y aunque sus mangas normales siguen costando 8€, ya hay otros que están muy subiditos. Si bien la edición Maximum de Berserk está bien de precio (aunque teniendo los materiales de Glénat han ahorrado bastante), lo de rescatar los últimos tomos a 10€, que era el precio hinchado de EDT, no ha agradado en demasía. Me recordó bastante a lo que hizo Planeta con La Espada del Inmortal. Sí, estamos hablando de un rescate de los últimos volúmenes, hecho para los fans, pero eso no quiere decir que haya que tragar por todo.
Luego está la excusa de que "el tomo es más grande, por lo que es más caro", que es algo que los compradores más asiduos hemos tenido que tragar a lo largo de los años. Una práctica habitual por parte de editoriales con tiradas más bajas como Ponent Mon o Astiberri (eso de que la novela gráfica de Hitler valga bastante más porque el tomo es más grande, no cuela), se ha terminado extendiendo entre las grandes con total impunidad. ¿De verdad hace falta que algunas series tengan tamaño "kanzenban" cuando la original era B6? Algunos no solo tenemos problemas de espacio, sino que también nos gusta leer en el metro y esas cosas. Un manga debe ser algo que se pueda leer con facilidad, y ya si eso, sacas una edición chupiguachimegaguay para que quede bien en la estantería.
Con Fandogamia y Tomodomo no me meto porque hacen lo que pueden, aunque estas últimas están cada vez en números más bajos. Solo espero que puedan terminar Ran.
A ver, esto no es 2008, y dudo mucho que volvamos a tener una nueva burbuja. La gente compra más y variado, las editoriales van muy a lo seguro (sobre todo Norma, que se la juega bien poco últimamente) y las tiendas de cómics que conozco no van nada mal. Pero, a pesar de que el catálogo actual es amplísimo y destinado a todo tipo de lectores y lectoras, las sensaciones son extrañas, y no lo digo solo por la subida de precios. No sé, hay un tufillo raro que no logro discernir.
A lo mejor soy yo, que me estoy haciendo mayor.